bonsái camelia
Cultivo del bonsái camelia
La camellia japónica o árbol de camelia como se le conoce comúnmente, es un arbusto de origen asiático y tamaño variable, de hojas perennes de color verde oscuro y vistosas flores multicolores, de lenta multiplicación ya sea por semilla o por esqueje lo que le resta popularidad entre los aficionados a la formación de bonsáis, pero especialmente apropiada para el moldeado de bonsáis estilo Moyogi y Han-Kengai.
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Condiciones óptimas para su desarrollo
El bonsái camelia no se adapta a los cambios bruscos de temperatura ni a las temperaturas muy bajas. Prefiere los ambientes cálidos y húmedos y la luz solar indirecta. Cultivada en ambientes interiores deberá ser ubicada en un espacio con iluminación moderada y donde no sea movida durante la floración.
Suelos, Riego y Abonado del bonsái camelia
Los suelos ideales para el cultivo del bonsái camelia deben estar compuestos por arcilla de pH ácido y arcilla volcánica que conserven la humedad constantemente. Dos riegos semanales incrementando un poco durante el verano serán suficientes para cubrir sus necesidades de agua. Requiere abonado con fertilizante líquido cada quince días entre la primavera y el otoño.
Recomendaciones de Poda y Pinzado
La poda del bonsái camelia debe realizarse después de la floración, el pinzado debe realizarse con frecuencia cortando las puntas de los brotes tiernos para lograr una mayor ramificación hasta lograr el estilo deseado.
Trasplante y Alambrado del bonsái camelia
El bonsái camelia debe ser trasplantado cada dos años, preferiblemente en primavera o después de la floración, realizando al mismo tiempo la reducción de la copa y la poda ligera de raíces. El alambrado puede realizarse con precaución después de la floración, entre primavera y otoño, atando solo los brotes leñosos, protegiendo bien las ramas ya que son algo frágiles y guardando al menos tres meses después del trasplante.